lunes, 23 de junio de 2008

LOS DEJAMOS SIN NAFTA...

Sabado 21 de Junio de 2008, 15.00 hs, cancha Los Alamos, Los Halcones 3 - Kovac Automotores 0

EL PARTIDO

Con un frío cada vez más intenso, el árbitro Pablito Aimar (de flojísimo desempeño) daba el pitazo inicial. Desde el mismo comienzo se vieron las intenciones de cada equipo, con Los Halcones intentando ser protagonista, parandose y presionando en campo rival, y un Kovac que aparecía replegado y jugandosela para el contragolpe. Tal vez por el día o vaya a saber que, el encuentro se tornó áspero y friccionado, con un permisivo Pablito Aimar, que daba lugar a todo tipo de quejas de parte de ambos bandos. Se jugaba mucho en el medio campo, en donde el viejo Cacho sacaba provecho de su rudeza y cortaba el juego en todos los sectores, Caño se convertía en el eje pero no encontraba interlocutores válidos para plasmar el dominio en llegadas, debido a que varios jugadores estaban imprecisos con el balón. Así y todo nuestro equipo comenzó con llegadas al arco rival, y tuvimos la chance más clara en los pies de Campolo, quien desperdició un mano a mano con el arquero rival, y un par más que el arquero rival en gran forma se encargó de neutralizar, pese a esto el DT se mostraba preocupado por las constantes subidas (para que?) de Chuleta quien perdió un par de balones que nos encontraron mal parados y por fortuna bien resueltos por oportunos cruces de Aldo, que a esa altura ya no sabía a quien retar (que raro!), Dani pasaba una tarde tranquila en el arco, y el dominio se acentuaba pero faltando siempre la puntada final. Se pitó el final del primer tiempo y el 0-0 se tornaba mentiroso, por lo hecho en el campo nuestro equipo merecía un poquito más.
En el entretiempo, el DT remarcó conceptos, luego de retar a Payu porque se habia ido a charlar con su gente de Lex Doctor, quienes llegaban temprano a la cancha para ver un poco de fútbol, ya que jugaban en segundo turno.
Asi las cosas, salieron los equipos al segundo período, sin cambios nuestra escuadra, y con el dominio más acentuado del balón. No extraño entonces que cerca de los 10 minutos, el equipo mete presión en campo contrario, le queda la pelota a Caño, quien pone una asistencia exquisita para la entrada de Campolo, quien esta vez no falla en el mano a mano, y con un tiro cruzado, clava el 1-0 parcial, y el comienzo de otro partido, porque de aqui en mas, Kovac iba a tener que salir a buscar el resultado, y se empezaban a crear espacios para nuestros hombres de ataque. Sin embargo, y con varios hombres de refresco, Kovac comenzó a complicar con su juego, facilitado por que nuestro equipo se tiró atrás (llevado por el mismo rival), y tuvo un par de situaciones que fueron resueltas por la defensa (se asentó en este período), y el golero Rojas. Ingresaron Pepetero para tener la pelota y Sandro para explotar de contra, quienes al igual que los demas en campo de juego, defendían a puro coraje el 1-0 ajustado que se estaba consiguiendo. Cerca del final del partido, y en su desesperación por querer apurar el juego, la defensa de Kovac se equivoca en la salida, y el balón que le queda a Claudio, quien no tiene más que empujarla para decretar el 2-0, que un poco tiraba por tierra los ilusiones del rival de igualar el cotejo. Ingresaron Benja, Nacho (enojado), Jason (barandeado), quienes cumplieron con las expectativas. La frutilla del postre llegó sobre el final con una nueva presión sobre la defensa, y Chuleta (que hacia ahi?) se encarga de decorar el marcador, un tanto exagerado para lo que se vió dentro de la cancha. Pero, esto es futbol, y goles son amores, frase que por vieja no deja de ser cierta. Como corolario, queda una verdad de lo que se vió, el equipo consiguió los goles presionando en campo rival en todas sus líneas, que pensamos que es la mejor manera de jugarlo a los partidos. Párrafo aparte para nuesro rival, quienes aguantaron la goleada como hombres, sin quejarse ni entrar en el roce, salvo con al árbitro, al que es imposible no quejarsele por lo mal que dirige ultimamente. El final encontró al equipo festejando el cuarto al hilo, que nos permite escalar un poco más en la tabla y ya codearnos con los primeros, premio para la seguidora hinchada que alentó en todo momento, y ya pensando en el suculento asado que se vendría en la casa de Berra.

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